La Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado colombiano por las agresiones que cometieron miembros de las Fuerzas Militares contra el camarógrafo Richard Vélez en 1996 y por las posteriores amenazas que lo obligaron a exiliarse junto con su familia en Estados Unidos.

En la sentencia de 97 páginas, del pasado 5 de octubre, la Corte declaró que al camarógrafo y a su familia se les vulneraron los derechos a la integridad personal, a la libertad de expresión, de circulación y residencia, de protección a la familia y la garantía de justicia.

La Corte, con sede en Costa Rica, también le ordenó al Estado colombiano cumplir 10 disposiciones que garanticen una real reparación a Richard Vélez y su familia. Entre ellas: Garantizar las condiciones para que la familia Vélez Román regrese a Colombia, en caso que así lo decida. A su vez debe brindar atención en salud a las víctimas a través de instituciones especializadas. La Corte le da un plazo de seis meses al Estado para publicar, en resumen, la sentencia en un medio oficial.

También le ordenó al Estado incorporar, en los programas de derechos humanos dirigidos a las Fuerzas Militares, un módulo específico sobre la protección del derecho a la libertad de expresión y de la labor que cumplen los periodistas.

Marcha cocalera

El 29 de agosto de 1996 el periodista Luis Gonzalo Vélez o Richard Vélez, se encontraba cubriendo para el noticiero ‘Colombia 12:30’ las marchas cocaleras en Caquetá.
Según la Fundación para Libertad de Prensa (Flip), durante las manifestaciones se presentaron incidentes entre los campesinos y el Ejército.

Richard Vélez registró con su cámara las agresiones de unos militares a un campesino. Al ver esto, algunos uniformados golpearon al camarógrafo y destruyeron su cámara, aunque no se afectó la cinta, lo que permitió dar a conocer lo sucedido.