GINEBRA (EFE). El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó ayer una resolución en la cual pide a los gobiernos investigar los ataques contra periodistas y facilitar su labor en la cobertura de conflictos y otras situaciones violentas.

En lo que va del año, 108 periodistas han sido asesinados en el cumplimiento de su trabajo, según la ONG Campaña por un Emblema de Prensa, que milita por la creación de un distintivo que proteja la integridad de los informadores que trabajan en contextos de violencia.

Esta organización civil consideró la aprobación de la resolución –auspiciada por Suiza, Austria, Brasil, Marruecos y Túnez– como un paso histórico en la lucha contra la impunidad, en vista de que el número de periodistas asesinados este año no tiene precedentes.

“En Libia, Siria, Somalia, Pakistán, México y Filipinas, las voces de los periodistas caídos, cualquiera que haya sido su nacionalidad, se apagaron definitivamente, pero su muerte ha llevado a los gobiernos a participar en el proceso que condujo a la adopción de esta resolución”, destacó la representante de la campaña, Hedayat Abdel Nabi.

El documento de la ONU pide a los gobiernos que promuevan una atmósfera en la que los informadores puedan trabajar con total independencia y sin interferencias.

Asimismo, se encarga al Alto Comisionado para los Derechos Humanos elaborar un informe sobre las mejores prácticas para proteger a los periodistas, prevenir los ataques en su contra y luchar contra la impunidad.

Cabe recordar, por último, que Latinoamérica es la región más peligrosa del mundo para el ejercicio del periodismo, según el informe “Muerte de periodistas aumenta dramáticamente”, elaborado por el Instituto Internacional de Prensa (IPI).

Los autores de los asesinatos de periodistas están vinculados fundamentalmente con el crimen organizado.