En las últimas semanas han sido difundidas internacionalmente las ejecuciones de tres comunicadores y una estudiante de periodismo. Las investigaciones sobre estos crímenes siguen inconclusas, por cuanto hasta el momento las autoridades policiales desconocen a los responsables y los móviles de los asesinatos.

En La Paz, Bolivia, dos periodistas fueron ejecutados el 25 de febrero. Los hermanos Verónica y Víctor Hugo Peñasco Layme eran de origen aymara, trabajaban en Radio San Gabriel y difundían todos los programas en su lengua natal. Verónica era Jefa de Prensa de la radiodifusora y conductora del programa La Voz de Nuestro Pueblo, de la cadena pública Canal 7. Víctor Hugo era locutor de Radio Pachagamasa, una estación educativa indígena.

Más de diez días después de los asesinatos, las autoridades policiales siguen sin informar sobre los avances de las investigaciones. El hecho provocó protestas que han terminado en enfrentamientos con la policía y se han esparcido llamadas a favor de la pena de muerte para asesinos y violadores en la ciudad de El Alto, así como denuncias por la falta de movilización del gremio periodístico en respuesta a los asesinatos.
La organización Reporteros sin Fronteras informó que la causa del crimen hasta ahora apunta a la delincuencia común ya que ambos fueron estrangulados, lo que coincide con el modo de operar de los delincuentes que atacan a sus víctimas con una cuerda en El Alto, ciudad aledaña a la capital boliviana. Sin embargo, señaló que la investigación aun debe determinar el móvil.

La semana pasada fueron encontrados los cadáveres de tres jóvenes, entre ellos Sayra Almendares Borjas, estudiante próxima a concluir sus estudios de periodismo en la Universidad de Tegucigalpa. Los cuerpos fueron hallados en un sector de Río Blanquito, Choloma, al norte de Honduras.

La estudiante colaboró en medios de comunicación televisivos y radiales. Hasta el momento las autoridades no han informado sobre el esclarecimiento de los crímenes.

El director de la emisora comunitaria de Radio Boukman, Jean Liphète Nelson, de 38 años, fue asesinado a balazos el pasado lunes mientras circulaba por el barrio Bois Neuf de Cité Soleil, una zona marginada en la periferia de Puerto Príncipe, Haití. Aunque se desconoce el móvil, la organización Reporteros Sin Fronteras pidió que no se descarte el nexo entre las actividades profesionales de Nelson y su asesinato. Otras organizaciones de derechos humanos estiman que el asesinato está relacionado con los grupos armados que se cobijan en Cité Soleil.