Un total de 103 periodistas perdieron la vida en 2011 a causa de su trabajo, un tercio de ellos en América Latina, según un reporte del Instituto Internacional de Prensa, donde hace un llamado a los gobiernos a garantizar la seguridad de los reporteros.

"Estamos de luto por la pérdida de 103 periodistas el año pasado", afirmó Alison Bethel McKenzie, directora ejecutiva de IIP, quien indicó que el saldo mortal de 2011, fue el segundo mayor desde que el instituto comenzó su conteo en 1997.
Reporteros y camarógrafos enfrentaron una gama de amenazas, algunos trabajaban cuando golpeó un desastre natural o cuando estallaron bombas, pero casi todos los periodistas que murieron eran locales que cubrían conflictos, casos de corrupción y otras actividades ilegales.

Con 36 periodistas muertos, América Latina fue la región más mortal para el trabajo periodístico, de manera particular Brasil, Honduras y México, confirmando una tendencia de la violencia cada vez mayor contra los trabajadores de los medios de comunicación en esa región.

En segunda posición se colocó la región del Oriente Medio con 21 decesos, mientras que el tercer sitio lo compartieron África y Asia donde murieron 17 periodistas en cada continente, de acuerdo con el reporte del IIP, con sede en Viena, Austria.

El saldo de 2011 fue el segundo lo más alto desde 1997 también por el número de países donde ocurrieron los decesos: un total de 40, entre ellos Filipinas, Irak, Honduras, Libia, México, Pakistán, Somalia y Yemen, donde se registraron la mayoría de las víctimas.

La IIP llamó a los gobiernos en todas partes del mundo a reconocer la labor especial de los periodistas, así como a garantizar su seguridad y la libertad de expresión.