La SIP calificó como positiva la captura hoy de un prófugo en Brasil que había sido sentenciado por el crimen de Tim Lopes (en la foto) en Río de Janeiro en 2002. El reo, beneficiado por un sistema penal que permite salidas de la cárcel tras haber cumplido un porcentaje de su condena, se había fugado hace más de tres meses.

Justamente la semana pasada la SIP criticó duramente el régimen de beneficios penales de Brasil en las conclusiones de un foro que organizó en Río de Janeiro, dentro su programa contra la impunidad en los asesinatos contra periodistas.

Durante el foro “Fallas y lagunas de la Justicia: cómo evitar la impunidad de los crímenes contra la prensa”, celebrado el 18 de mayo en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-Río), Viviane Tavares Henriques, fiscal de Justicia de Río de Janeiro, quien estuvo a cargo de la investigación y la condena de los asesinos de Tim Lopes, criticó el sistema discrecional de beneficios penales y consideró que fomenta la impunidad. “Antiguamente se exigía un examen criminológico para reducir penas, y ahora basta que (el convicto) cumpla una parte de la pena y reciba del director del presidio una declaración de buen comportamiento”.

Angelo Ferreira da Silva se fugó el 7 de febrero de 2010 cuando salió de la cárcel con autorización de las autoridades penales. Da Silva, es uno de los siete condenados por el asesinato de Lopes. Fue sentenciado a 15 años de prisión, y favorecido por un sistema discrecional de vieja data que concede al encarcelado el beneficio de un régimen semi abierto con derecho a salir, trabajar y estudiar fuera del presidio, luego de haber cumplido un sexto del total de su pena. Otro convicto por el crimen, Elizeu Felício de Souza, sentenciado a 23 años de cárcel y favorecido por el mismo sistema, está prófugo desde julio de 2007.

El presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, subdirector del Diario Las Américas, de Miami, expresó que “si bien saludamos la captura del prisionero, consideramos fundamental que las autoridades revean la aplicación de los beneficios penales que en algunos casos allanan el camino hacia la impunidad, sobre todo en casos como el de Tim Lopes en el que ya había otro antecedente de fuga”.

Lopes, era reportero y productor de TV Globo, en Río de Janeiro. Con una cámara escondida se dirigió a una favela para investigar denuncias sobre la explotación sexual y el vínculo del narcotráfico en los bailes juveniles. Fue secuestrado, torturado y su cuerpo descuartizado. Su asesinato movilizó a periodistas y a la sociedad brasileña que exigió justicia inmediata por el caso.

Una situación similar ocurrió en el caso de Ronaldo Santana de Araújo, periodista radial en Bahía, asesinado el 9 de octubre de 1997, cuando el único condenado por este crimen, Paulo Sérgio Mendes Lima, beneficiado con el régimen semi abierto, aprovechó en mayo de 2008 una salida de la cárcel, con un permiso de trabajo, para escaparse.

La SIP viene destacando desde hace años a Brasil como el país donde hay mayor cantidad de encarcelados por asesinatos de periodistas. De 103 personas en el continente que hoy purgan penas de cárcel, 27 de ellos, están en Brasil.

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de Información de la SIP, Robert Rivard, director editorial del periódico San Antonio Express-News, de Texas, mostró su preocupación de que haya más fugas, ya que en el caso de Tim Lopes otros dos sentenciados, Fernando Sátiro (Frei) y Cláudio Orlando do Nascimento (Ratinho), aguardan la autorización de la Justicia para beneficiarse del régimen semi abierto.