La SIP condenó el asesinato del periodista Bladimir Antuna García en Durango, México, el décimo crimen este año como producto de la violencia que azota al país, un tema de profunda preocupación para la organización hemisférica.

Bladimir Antuna García, de 39 años, reportero del periódico El Tiempo, de Durango, había sido secuestrado en la mañana del lunes 2 de noviembre, siendo hallado su cadáver 12 horas más tarde con rastros de tortura. Esta es la segunda agresión contra periodistas de El Tiempo, y el tercero asesinado en la zona norteña del país en seis meses, según indagaciones de la Unidad de Repuesta Rápida (URR) de la SIP en México.

Tras condenar el crimen, la SIP pidió públicamente al Congreso y al gobierno de México prestar mayor atención, y a restablecer los mecanismos adecuados para enfrentar la violencia desatada contra los comunicadores y criticó la decisión de la Cámara de Diputados de eliminar una comisión especial dedicada a atender delitos contra periodistas y medios de comunicación, y a la esperada ley para que se federalicen los crímenes contra la libertad de expresión.

Antuna García, cubría las fuentes de seguridad pública y justicia en la ciudad de Durango y había recibido amenazas de muerte en el último año. El pasado 28 de abril fue víctima de un atentado del que salió ileso. Aunque se desconoce el móvil, no se descarta que su asesinato esté relacionado con su trabajo profesional.

Los estados limítrofes de Durango y Coahuila, al norte del país, son considerados entre los más violentos de México. El pasado 3 de mayo fue asesinado Carlos Ortega, corresponsal de El Tiempo en la municipalidad de Santa María del Oro, en Durango, y el 26 de mayo fue ultimado Eliseo Barrón Hernández, reportero del diario La Opinión de Milenio, en el vecino estado de Coahuila, luego de lo cual Antuna García recibió otra amenaza telefónica en la que se le advertía que sería el próximo.

En conversación con la URR, el director de El Tiempo de Durango, Víctor Manuel Garza, dijo que tras los asesinatos de Ortega y Barrón, así como las amenazas contra Antuna García, en el periódico se adoptaron algunas medidas de seguridad.

El periodista circulaba cerca de las 9 de la mañana por la ciudad de Durango cuando una camioneta le cerró el paso y hombres armados lo sacaron por la fuerza de su vehículo y lo subieron a otro. Doce horas más tarde la policía local recibió una llamada anónima sobre el hallazgo de un cuerpo que luego se confirmó era Antuna García, quien había sido estrangulado. El cadáver presentaba evidencia de tortura.