Miami.- La Sociedad Interamericana de Prensa pidió hoy a la Fiscalía General de Colombia “no dejar en el vacío e investigar hasta sus últimas consecuencias”, las denuncias sobre agresiones y amenazas presentadas por un reconocido periodista televisivo.

Holman Morris, director del programa televisivo Contravía, expresó que viene denunciando desde 2004 sin éxito ante la Fiscalía General de la Nación, seguimientos, amenazas e interceptaciones telefónicas. El periodista acusa directamente de estas ataques al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), organismo de inteligencia estatal adscrito a la Presidencia de la República.

Morris argumentó que las agresiones en su contra, de su esposa e hijos, forman parte de una campaña “para restringir o neutralizar su accionar”, según información que es valorada por la Fiscalía, lo cual le obligó a salir del país entre 2007 y 2008.

En denuncia a la SIP, Morris expresó que todavía no se conoce resultado alguno de las investigaciones de la Fiscalía no solo por el caso de las recientes intercepciones telefónicas contra otros periodistas, magistrados, miembros de la oposición, sino también amenazas anteriores contra él, como el envío de una corona fúnebre a su domicilio en mayo de 2005, luego de que denunciara la Masacre de San José de Apartadó; la aparición de un video anónimo en el que se le difama y la persecución en moto de la que fue objeto bajo órdenes presuntas del DAS.

Enrique Santos Calderón, presidente de la SIP, del diario colombiano El Tiempo, indicó “que se hace muy necesario no dejar en el vacío e investigar hasta sus últimas consecuencias estos hechos, especialmente cuando estamos frente a una agresión que cobra mayor gravedad por ser cometida dentro o con la anuencia del Estado”.

Por el caso Morris se pronunciaron los relatores especiales para la libertad de prensa de las Naciones Unidas y de la OEA; mientras que la SIP criticó el 10 de febrero pasado el calificativo de “amigo del terrorismo” usado contra Morris por el presidente Alvaro Uribe y otros miembros de su gabinete, porque el periodista habría interferido en el lugar donde se negociaba la liberación de secuestrados de parte de la guerrilla de las FARC.