El periodista Gabriel Fino Noriega fue asesinado el 3 de julio en el municipio de San Juan Pueblo, en el departamento de Atlántida al norte de la capital Tegucigalpa. Aunque se desconoce si su asesinato está relacionado al oficio periodístico o a la situación política que vive el país, tras el golpe de Estado del 28 de junio, el presidente de la SIP, Enrique Santos Calderón, exhortó a las autoridades a “indagar con urgencia, dar con los responsables y llevarlos ante los tribunales, a fin de que el crimen no quede impune”.

El 3 de julio, cerca de las 5:30 p.m. el periodista fue atacado por desconocidos que le dispararon 11 veces cuando salía de Radio Estelar donde diariamente presentaba un boletín informativo. Falleció mientras era trasladado a un hospital de la zona. Según sus colegas no había recibido amenazas.

Fino Noriega también laboraba para la emisora nacional Radio América y Canal 9.

Su asesinato se suma en Honduras al de otros dos comunicadores: Rafael Murguía, ultimado en San Pedro Sula el 31 de marzo de 2009 y al de Carlos Salgado, acaecido en Tegucigalpa, el 18 de octubre de 2007, ambos trabajaban para la estación Radio Cadena Voces.