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Jairo Elías Márquez
20 de noviembre de 1997

Caso: Jairo Elías Márquez



Crimen que aún espera por resolverse:

1 de abril de 2001
Diana Calderón

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El 10 de febrero de 1998, tres meses después del asesinato del periodista Jairo Elías Márquez en plena calle de la capital del Quindío, la Fiscalía Regional de Armenia recibió la primera información sobre quiénes habrían disparado el revólver y quién habría ordenado el crimen. Esa información señalaba al entonces congresista Carlos Alberto Oviedo Alfaro, como el autor intelectual del asesinato.

Pero luego de tres años y medio, la muerte del periodista sigue en la impunidad. Uno de los testigos principales del homicidio, Noel Noscué, se retractó de sus declaraciones antes de que lo asesinaran; la unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General puso en duda su testimonio y la Corte Suprema de Justicia consideró que no tenía competencia para investigar a Oviedo por el delito de homicidio.

Noscué, en febrero de 1998, dijo que había participado de la conversación de dos personas, Carlos Melo y Carlos Alberto Oviedo, en la que este último habría aseverado que después del negocio (asesinato) de un funcionario del CTI (Cuerpo Técnico de Investigaciones de la fiscalía colombiana) le tocaba el turno a Márquez y posteriormente al político John Byron Coeche.

El testigo, quien según sus propias declaraciones, había trabajado desde octubre de 1997 para Oviedo como traficante de drogas en Rondanillo, población del Quindío, señaló como autores materiales del crimen de Márquez a Bernardo Marulanda, alías Canoso y al ex agente de la policía José Edgar García González. Añadió que Melo no había querido ejecutar el crimen y encargó a García y al Canoso para que lo realizaran.

Fue entonces cuando la Fiscalía, por razones de competencia, debido a que Oviedo era congresista, envió a la Corte Suprema de Justicia el testimonio de Noscué y otras pruebas que lo señalaban como autor intelectual. La Corte dio curso a la denuncia y la Sala Plena del Consejo Administrativo dispuso el desafuero de Oviedo. Pero el 8 de septiembre de 1999 devolvió el expediente del crimen a la Fiscalía por considerar que carecía de competencia para investigar un delito que nada tenía que ver con las funciones de un congresista.

Actualmente, Oviedo se encuentra encarcelado, sindicado por estos asesinatos y otras 10 investigaciones por homicidio. Marulanda, uno de los señalados como autor material del crimen, fue asesinado, mientras que García González fue excarcelado debido al cambio en el testimonio del testigo principal.

La investigación de la Fiscalía depende, como hace tres años y medio, de que un nuevo testigo declare si Oviedo ordenó la muerte de Márquez, pero las posibilidades de que esto ocurra están disminuyendo. Tras un terremoto en enero del 2000 que dejó más de 2.000 muertos, la ciudad se encuentra devastada, lo que ha dado lugar a un incremento de la criminalidad. Los delitos vinculados al narcotráfico, el hurto y los homicidios, ocupan la mayor parte de las investigaciones de la Dirección Nacional de Fiscalías de Quindío.

Diego Márquez Gallego, hermano de Jairo Elías, no duda en señalar al ex congresista como el autor intelectual del crimen. Asegura que la propia secretaria de Oviedo le había pedido que se cuidara y muestra una carta que su hermano le entregó 15 días antes del asesinato al comandante de la policía de Quindío, Sergio Asdrual Novoa, en la que le advertía sobre el comportamiento de Oviedo. La misiva registraba que “...hay hechos que se investigan y que involucran al señor Oviedo, cosa que me causa cierta desconfianza por lo que pueda suceder en un futuro si esta situación no se remedia”.

El fiscal Eduardo Mesa, de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General, explicó a la Unidad de Respuesta Rápida (URR) las razones por las cuales se cuestiona el testimonio de Noscué. “El testigo tenía antecedentes que nos hacen dudar de su testimonio. Yo viajé a Cali y encontré que Noscué tenía como patrón de conducta ser testigo profesional. Además está investigado por falso testimonio y por homicidio. Pienso que recogía rumores populares”. Sin embargo, su versión tiene demasiados elementos probatorios, tantos que varios de los entrevistados por la URR advierten que Noscué habría sido el asesino de Márquez y se habría hecho pasar por un testigo para desviar la investigación.

En su testimonio, Noscué dijo que había decidido hablar porque Oviedo acostumbraba matar a sus sicarios. La Fiscalía, por su parte, investiga a Oviedo por los asesinatos de los sicarios alías Pies Grandes, Rimula y El Topo. Noscué agregó que la conversación en la que se ordenó el asesinato tuvo lugar en la oficina de Oviedo y ofreció detalles específicos y verificados sobre el arma utilizada para cometer el crimen, una pistola nueve milímetros. Reveló que a Márquez lo habían intentado asesinar anteriormente, pero el periodista logró refugiarse en una estación de venta de gasolina. Esta versión fue confirmada por Hernán Cruz Henao, coordinador de la Fiscalía Especializada de Armenia, donde el periodista presentó la denuncia.

La investigación reposa en seis expedientes en la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía de Colombia.

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