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Zaqueu de Oliveira
21 de marzo de 2005

Caso: Zaqueu de Oliveira



Oliveira se levantó a las 5 de la mañana para distrubuir su periódico:

1 de noviembre de 1999
Ana Arana

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1-11-1999


Casi extraida de una postal del Brasil de comienzos de siglo, Barroso es un lugar donde los hombres se hacen llamar por apelativos, como “Timonel”, “Boi” o “Buey”, y la gente de otras ciudades es considerada, simplemente, extranjera.

La vida diaria en esta ciudad de 10.000 habitantes transcurre, principalmente, entre la intensa actividad de una fábrica de cemento, una próspera industria lechera, una iglesia conservadora y un pequeño grupo de familias políticas que,entre unas y otras,se turnan el control de Barroso, y suelen reaccionar con violencia ante la crítica política, según versión de residentes locales.

La ciudad se jacta de ser tranquila y de brindar bienestar. El índice de delitos es bajo,la población cumple las leyes y la iglesia es el centro de la comunidad. Sin embargo, Barroso es una ciudad donde la intolerencia puede llevar a disputas y hasta duelos o crímenes de honor. Eso precisamente le ocurrió a Zaqueu de Oliveira, un apuesto joven de 28 años, que fue asesinado el 21 de marzo de 1995.

Director de la Gazeta de Barroso ,Oliveira solía criticar a la iglesia en sus artículos y se refería también a las bajas pasiones de los políticos locales.

Considerado extranjero,según el criterio de muchos en la ciudad,Oliveira se estableció allí en 1992.Inmediatamente después de instalado,determinó que lo que Barroso necesitaba era un periódico que mantuviera a raya a los políticos locales.

“La verdad duele a quienquiera que sea ”,era el lema de su publicación.“El periódico había ganado mucha aceptación entre la gente a la que nadie prestaba atención ”,explicó Cristiano Rodrígues Pereira,uno de los columnistas de Gazeta de Barroso.

Oliveira escribía sobre los problemas de la salud,las carreteras en mal estado y, a veces entre otras cosas,tomaba “causas perdidas ”.Así fue como cubrió el pedido de una iglesia protestante de la localidad,para colocar una placa de agradecimiento a la ciudad en la plaza principal.

La iglesia católica protestó y convenció a los políticos locales de que la placa sería una ofensa directa a todos los católicos del lugar.Oliveira también hizo campaña para cerrar el asilo de ancianos -administrado por la iglesia católica -después de que uno de los residentes matara a otro.

El crimen

Oliveira,hijo de un sargento retirado del ejército,decidió establecerse en la ciudad y planeaba casarse con su amada Gislene Silveira,hija de una de las familias más prominentes de Barroso.Tenía previsto contraer matrimonio en junio de 1995.

De contextura mediana,Oliveira tenía grandes ojos marrones y cejas pobladas. “Era inteligente y casi perfecto ”,recuerda con nostalgia Silveira,bajita de estatura, menuda y de cabellera castaña.Todavía se rehusa a caminar sola por la ciudad.

“Ella aún está de duelo. Llora mucho. Después del asesinato del novio permaneció cuatro meses encerrada en su dormitorio”, dijo Rodrígues Pereira, quien se dedica a la mec ánica y a su propio periódico que lanzó después del asesinato Oliveira.

El día que fue asesinado,Oliveira se levantó a las 5 de la mañana para distrubuir su periódico.En esa edición había un artículo que,aparentemente,lo llevó a la muerte. En la información,se burlaba de la secretaria del alcalde.

“Secretaria histérica y alcalde incompetente faltan el respeto a madre de estudiante ”, decía el titular de primera plana.
El artículo, publicado en la página 7, señalaba que por medida de seguridad no identificaba a la madre ni a la estudiante presuntamente agraviadas.

“La señora EGO, de 44 años, madre de la alumna RO, de 21 años, ambas residentes de Barroso, han sido víctimas de las maniobras del monstruo de las profundidades que ocupa la oficina de la incompetente alcaldía de Barroso, y por su secretaria histérica, Ana Lucía do Valle”, decía el artículo.

Al lado de esa nota,había otra que describía las maniobras del alcalde para obligar a la gente a llamarlo “Su Excelencia”.

Lo que Oliveira no explicó en el artículo fue que la madre y alumna en cuestión eran su propia mamá y su hermana. Aparentemente, esta relación familiar le dio al artículo un tono más tendencioso.

Las historias de Oliveira afectaron a una de las principales familias burguesas de la localidad,según reveló Rodrígues Pereira.“Esta ciudad está manejada por un pequeño grupo de gente rica”, explicó.


El periodista Zaqueu de Oliveira junto a una de sus pasiones: su madre.
Un duelo o un asesinato

La secretaria del alcalde,Do Valle,estaba casada con el carnicero de la ciudad, José Carlos de Souza,un hombre alto,corpulento,de muy mal carácter,que poseía una colección de armas.Su carnicería estaba ubicada frente a la plaza de la ciudad.Tenía conexiones políticas y el alcalde era su primo,según versiones de pobladores locales.

La noche antes del asesinato De Souza,conocido como Zé do Tatão,se enteró que en la próxima edición de la Gazeta de Barroso había un artículo de crítica a su esposa.A la mañana siguiente,De Souza y su hermano rodearon la casa del periodista,como una táctica de advertencia y amedrentamiento,según consta en testimonios expresados en la corte por la familia Oliveira.

Varios amigos de la víctima le aconsejaron suspender la circulación de la Gazeta do Barroso,pero Oliveira estaba decidido a todo y colocó los ejemplares en los lugares habituales de distribución.

Para protegerse llevó consigo un revólver que había comprado meses atrás como medida de precaución.Según el relato presentado por su madre en la corte,Oliveira había recibido varias amenazas de muerte por los artículos que escribía.

Cuando el periodista paseaba con su madre en motocicleta aquella mañana, portaba en su cintura un revólver Rossi,calibre 38,de fabricación brasileña.“Mi padre le decía que tuviera cuidado.Pero él creía que el revólver ahuyentaba a la gente ”,recordó Gislene.

Lo que ocurrió después es difícil de precisar,porque los testigos se contradicen unos con otros.

Según parientes y amigos de la víctima,la familia de De Souza presionó mucho a varias personas para que declararan a su favor.Esa mañana,la plaza de la ciudad estaba repleta de gente,pero nadie recuerda quién disparó primero.

Para algunos,Oliveira fue asesinado cuando trató inútilmente de defenderse frente a la mayor experiencia de De Souza en el manejo de las armas.“Zaqueu (Oliveira) no sabía disparar.Portaba arma para evitar que lo atacaran,yo sabía que él no podría disparar ”,afirmó su novia.

En defensa propia

Erondina das Graças Oliveira,madre del periodista,hizo a la policía un escalo- friante relato del asesinato.Dijo que Oliveira viajaba por el centro de la ciudad en su motocicleta roja y que llegó a la plaza Santana aproximadamente a las 10:50 de la mañana.Ella quería llamar a su hija desde la central telefónica ubicada cerca de allí. Según el relato,madre e hijo llegaron a la plaza,De Souza se aproximó al periodista con una pistola y un cuchillo grande.

“Hubiera querido encontrarte en otro lugar,pero tiene que ser aquí ”,le dijo De Souza a Oliveira,según su madre.De Souza golpeó con fuerza a su hijo en la cara y lo hizo caer al piso.El trató de pararse y correr,pero De Souza empezó a dispararle,añadió.

Señaló además que cuando intentó proteger a su hijo interponiéndose entre ambos hombres,De Souza le disparó en la mano izquierda y en el abdomen.De Souza,por su parte,declaró a la policía que se sintió ofendido por el artículo Oliveira,en el que calificaba a su esposa de “histérica y débil mental ”.Dijo que su intención era pedirle amablemente que se retractara de sus comentarios.

La madre de De Souza asegura que Oliveira le pegó primero en la cara y empezó a dispararle,que sólo repelió el ataque en defensa propia y que no recuerda si la madre de la víctima fue agredida en el incidente.

Un testigo que trabajaba para la alcaldía respaldó la versión de De Souza e incluso agregó un nuevo detalle a la investigación.Basilino de Melo Neto indicó que la madre de Oliveira provocó el ataque al alentar a su hijo a dispararle a De Souza cuando lo vió primero en la plaza.Melo Neto testificó que la señora le dijo a su hijo: “dispara, dispara ”.
Una revisión de todos los testimonios rendidos en la corte por más de una docena de personas, entre ellas seis que estuvieron cerca de la plaza al momento del incidente, determinó que ciertos elementos son verdaderos.

Oliveira murió cuando intentó defenderse,escondiéndose detrás de un árbol.Al parecer,su madre, preocupada por lo que le podría pasar, le dijo que disparara para defenderse. Muchos testigos afirmaron no recordar quién hizo el primer disparo,pero amigos de Oliveira admitieron sentir temor de acusar directamente a De Souza.

El periodista fue muerto con una bala calibre 32 que coincide con el arma de De Souza. Su madre sufrió una herida severa en la mano izquierda y en el abdomen, con balas del mismo calibre.

A pesar del tiroteo, el único que no resultó herido fue el propio De Souza, quien escapó en su automóvil poco después del asesinato y luego se presentó en la estación de la policía.


Zaqueu de Oliveira posa frente a su periódico Gazeta de Barroso.

La investigación

En su inicio,la investigación se vió afectada por la influencia política de la familia de De Souza,según dijeron parientes y colegas del periodista.

El caso fue ventilado en la ciudad de Barbacena,ubicada a media hora de Barroso en viaje por carretera.Un juez y un fiscal de esa ciudad llevaron a cabo la investigación y el juicio de Oliveira.Cuando la SIP pidió acceso a los archivos de la corte,ya se había determinado que De Souza debería ser absuelto sumariamente de todos los cargos porque actuó en defensa propia.

Una revisión de las declaraciones y pruebas del caso no justificaban la decisión adoptada por el fiscal,explicaron fuentes legales consultadas en Barbacena.

Al comienzo de la investigación,la familia de Oliveira intervino en forma cautelosa, pero luego desapareció al resultar obvia su falta de influencia en el proceso y comprobar que había progresos favorables en las indagaciones.“No he sabido nada de esa familia en el último año ”,dijo Silveira,la ex novia de Oliveira,quien todavía vive en Barroso con su familia.

De Oliveira y sus enemigos

“Era un periodista amarillo,clandestino,tenía un periódico clandestino ”,opinó la fiscal Dilma Jane Couto Carneiro Santos cuando se le preguntó sobre el asesinato del periodista.Cuarentona,de baja estatura y contextura gruesa,Carneiro Santos dijo que Oliveira había atacado a mucha gente en Barroso y que tenía muchos enemigos. “De Souza disparó a Oliveira después que éste lo hizo primero ”,comentó la fiscal.

Sin embargo,una revisión de los testimonios no respaldan la posición de Carneiro Santos,como tampoco la apoya el investigador de la policía que dirigió toda la investigación hasta que se retiró a comienzos de 1998.

Una visita que realizó la SIP a la oficina de registros de la Corte de Pimentel en Barbacena resultó antagónica.Varios empleados se mostraron abiertamente tendenciosos contra Oliveira y su trabajo como periodista,un detalle curioso teniendo en cuenta que nunca escribió nada sobre Barbacena en la Gazeta de Barroso.

Cuando los investigadores de la SIP revisaban documentos legales,amigos de De Souza se acercaron a la mujer encargada de los archivos y le hicieron preguntas sobre los visitantes.“Estaré feliz el día que este asunto se resuelva y él quede absuelto ”, se le escuchó decir a la mujer.

La SIP no pudo determinar si la familia de De Souza tenía parientes,amigos o socios que trabajaban en la Corte de Barbacena.Lo que sí descubrió es que la esposa del abogado de De Souza Francisco José Reis Fortes,es empleada de la corte.

Reis Fortes,un hombre alto y corpulento,recibió a la SIP en su oficina.Al preguntársele si algún pariente de su cliente trabajaba en el tribunal,respondió que no sabía.En una medida estratégica para tratar de impresionar a sus visitantes,llamó por teléfono a la residencia de los De Souza en Barroso y preguntó a la persona que le contestó,si algún miembro de la familia trabajaba en la corte.“No,no,ninguno ”, dijo dirigiéndose a los investigadores de la SIP.Luego volvió al auricular y dijo “Sí, haremos una misa de agradecimiento cuando todo esto se resuelva ”.

Reis Fortes dijo a la SIP que era un hombre muy bien relacionado con políticos influyentes de Belo Horizonte,capital del estado de Minas Gerais.“Oliveira publicaba un periódico clandestino.Le gustaba provocar a la gente ”,comentó Reis Fortes, repitiendo frases que la SIP había escuchado antes.

El abogado dijo que quería que la corte también acusara a la madre de Oliveira, porque considera que ella provocó el asesinato al alentar a su hijo a dispararle a su defendido.Sus acusaciones son incendiarias,si se toma en cuenta que la madre del periodista resultó gravemente herida por De Souza en el incidente.Sin embargo, está seguro que la ley está de su lado.“Será difícil ir al jurado con este caso.El juez absolverá a mi cliente ”,enfatizó.

El padre Fabio José Damasceno es un hombre de unos 30 años,con rostro de querubín.Regordete y de baja estatura,ha sido sacerdote de Barroso durante los últimos tres años.

“Yo no conocía a Zaqueu,pero había escuchado que tenía problemas con todos ”, dijo el religioso a la SIP cuando lo visitó en su vivienda.

A medida que se desarrollaba la conversación,el religioso fue proporcionando mayores detalles.“Bueno,nosotros tuvimos algunos problemas.Oliveira pidió el cierre de un antiguo asilo que la iglesia mantenía en operación con gran sacrificio ”.

“El inició una campaña escandalosa diciendo que la iglesia no debería encargarse de la administración del asilo.Usted puede imaginarse cuán grande fue nuestra molestia ”,relató el sacerdote gesticulando con las manos.

La lucha de Oliveira contra la iglesia fue la gota que rebasó el vaso,que lo llevó a la muerte,según comentaron sus amigos.

“El sacerdote detestaba a Zaqueu (Oliveira)”,comentó la novia del periodista. “Cuando escribió los editoriales contra la administración del asilo por parte de la iglesia,el padre dedicó todo el sermón de una misa dominical para atacar a Zaqueu y a su periódico ”,agregó Silveira.

El periodista también contribuyó a encender los ánimos de la iglesia católica al apoyar una propuesta protestante para colocar en la plaza principal una placa de agradecimiento a la ciudad de Barroso.

El padre Damasceno se opuso rotundamente a la idea.Oliveira lo calificó de “dictador militar ”.

“De Souza es un buen hombre.El propio Oliveira creaba los problemas ”,comparó el religioso al terminar la entrevista con la SIP.

Conclusiones

Según varios testigos, Oliveira malinterpretó el clima político de Barroso. “Esta ciudad es muy corrupta y los partidos locales están relacionados con los principales partidos políticos de Minas Gerais”, explicó Silveira.“Mi padre le advirtió a Zaqueu sobre el ambiente político de Barroso, pero él no le hizo caso”, añadió.

“Zaqueu era muy inteligente,pero nunca pensó que podría pasar algo grave ”, indicó su amigo Rodrígues Pereira durante una entrevista con la SIP,en su humilde vivienda de Barroso,donde guarda numerosos libros.
Mostrando un ejemplar del periódico que empezó a publicar después del asesinato de su amigo,Rodrígues Pereira dijo en tono reflexivo:“yo soy más cuidadoso, el temor que sentimos todos se hizo más palpable cuando vimos a Zaqueu en el ataúd ”.



El diario Gazeta de Barroso denunciaba la corrupción en la administración pública de la ciudad. Zaqueu de Oliviera quería “mantener a raya” a los políticos locales.

“Era de los que se enfrentaba a todo.Su periódico representaba a los pobres de la ciudad,a quienes los políticos nunca escuchan.Ninguno de los dos pensó en esta clase de consecuencias.Ahora comprendo que estamos solos ”,afirmó Rodrígues Pereira.

Hasta mayo de 1999,la situación era que el proceso judicial sobre el caso Oliveira se tramitaba en el Primer Juzgado Criminal de Barbacena,municipio próximo a Barroso.

En junio de 1998,la fiscal Carneiro Santos,miembro del Ministerio Público Estatal,institución responsable de la fiscalización de la aplicación de la ley en el sistema de justicia brasileño,pidió la absolución sumaria del comerciante De Souza, Zé do Tatão,alegando “legítima defensa ”.Según afirmó la fiscal,el comerciante no disparó contra el periodista,sólo se defendió de los disparos efectuados por Zaqueu. Justificó la acción de Souza afirmando que él había “ofendido la honra de una mujer casada,provocando la ira del comerciante ”.

Al mes siguiente,la jueza Mariza de Melo Porto,de actuación en el Primer Juzgado Criminal de Barbacena,donde se lleva a cabo el proceso,se opone a la opinión de la fiscal Carneiro Santos,y ve indicios de crimen en las acciones de De Souza, determinando que el comerciante sea juzgado por un jurado popular.Explica que no está claramente comprobado en el proceso que De Souza hubiera actuado en legítima defensa,por lo que la sociedad debe juzgar el crimen cometido por él (“in dubio pro societate ”“en caso de duda,a favor de la sociedad ”).

En diciembre de 1998,se presenta ante el Tribunal de Justicia,órgano de segunda instancia de la Justicia en Minas Gerais,el recurso del abogado José Francisco Reis Fortes,quien defiende al comerciante acusado.El abogado se opone a la decisión de la jueza Melo Porto de entablar juicio a De Souza.Reafirma que la absolución sumaria es necesaria,ya que el acusado sólo se había defendido de Oliveira.Antes de presentar el recurso,el abogado defensor retiene ilegalmente el proceso en su casa durante cerca de cuatro meses y sólo lo devuelve a la Justicia local debido a un mandato judicial de búsqueda y captura.La retención del proceso es una maniobra ilícita para retrasar la evolución de las instrucciones criminales,algo muy frecuente en Brasil.Como lo establece la legislación brasileña,el proceso,luego es enviado a la Procuraduría General de Justicia,órgano del Ministerio Público Estatal de segunda instancia,para una nueva opinión.

En febrero de 1999,debido a la feria de verano de la justicia brasileña,que abarca desde fines de diciembre hasta el último día de enero,la fiscal Ruth Scholt Lies falla en contra del recurso presentado por el abogado de De Souza ante el Tribunal de Justicia del Estado y devuelve el proceso para que una junta formada por tres jueces decida,finalmente,sobre el pedido del comerciante acusado de matar a Zaqueu.

En abril de 1999,los tres jueces de la Tercera Cámara Criminal del Tribunal de Justicia en Belo Horizonte,capital del Estado,deciden recusar el pedido de De Souza,y determinan que la justicia de Barbacena fije la fecha para un jurado popular, donde va a responder por el asesinato del periodista y por la tentativa de homicidio contra la madre de este último.De esta forma,se confirma la sentencia de la jueza Melo Porto para el juzgamiento de De Souza por homicidio simple y tentativa de homicidio simple contra la madre.

Una vez finalizados los trámites burocráticos,el proceso retornó a la Ciudad de Barbacena,sede jurídica a la cual está subordinada la ciudad de Barroso,para que se fijara una fecha para el juicio.A pedido de la periodista María Clara Prates Santos,del diario Estado de Minas ,que siguió el caso personalmente,el presidente del Tribunal de Justicia continuó el proceso,estimándose para septiembre de 1999 la iniciación del juicio.

En este caso se ha criticado la legislación brasilera por permitir varias instancias de “Recursos ”por parte de los abogados de los acusados de crímenes y por su excesivo formalismo,lo que en este caso contribuyó a la impunidad,y que el acusado esté en libertad cuatro años después del hecho en que fue asesinado el periodista Oliveira.

La agilización del proceso judicial por la muerte de Zaqueu Oliveira recién quedó en evidencia,luego del interés manifestado por la SIP y la Asociación Nacional de Diarios (ANJ)de Brasil,que contaron con el apoyo del diario Estado de Minas.

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