Ricardo Gangeme, Argentina
Todos coinciden en que su muerte fue una represalia por sus permanentes denuncias sobre negocios turbios entre la Cooperativa Eléctrica en Chubut, Argentina y la gobernación provincial. Le dispararon un balazo a la cabeza el 13 de mayo de 1999, cuando después de trabajar hasta la madrugada, Ricardo Gangeme llegaba al departamento que alquilaba en un edificio en el centro de Trelew.
Un desconocido se le acercó al coche. El director-propietario del semanario “El Informador Chubutense”, bajó la ventanilla para atender la aparente solicitud. Sin mediar palabra entre ambos, el sujeto le disparó y se dio a la fuga. No se interesó por robarle 1.500 dólares y varios cheques que el periodista de 56 años llevaba consigo.
Producido el crimen, la SIP movilizó a su Unidad de Respuesta Rápida a fin de investigar y motivar la acción policial, evitando la impunidad y para que se castigue a los culpables. En varias asambleas sucesivas de la institución, los informes y resoluciones sobre libertad de prensa incluyeron el caso Gangeme.
En el año 2002, la Cámara del Crimen del Noroeste de Chubut, absolvió a los tres acusados de esa muerte, para quienes la Fiscalía había pedido cadena perpetua. Coincidentalmente los tres tenían relación con la Cooperativa Eléctrica. Pero los magistrados consideraron que el proceso registraba testimonios contradictorios, que las huellas dactilares recogidas en el automóvil no correspondían a la de los sospechosos y que la bala extraída del cráneo no coincidía con el revólver incautado. La prensa de Chubut informaba esos días que la bala en cuestión había sido manipulada.
En mayo pasado, el Procurador General del Chubut, Jorge Miquelarena, aseguró estar “trabajando en nuevas líneas de la investigación, con mayores pruebas y testimonios, por lo que el caso deberá ser reabierto”. El crimen se mantiene impune.
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